Durante este fin de semana he podido leer una de mis
últimas adquisiciones que quiero recomendaros y compartir con vosotros:
La Corona. Reflexiones en voz baja, de Gaspar Ariño Ortiz.
Se trata de un texto donde el autor reflexiona sobre
la Monarquía en un sistema democrático, en nuestra sociedad actual.
Es un libro interesantísimo, muy ligero de leer, y
que aporta argumentos que nos pueden ayudar a entender muchas de las cuestiones
que a lo largo de estos días, se están comentando y debatiendo en distintos
medios de comunicación.
A tres días de que el Príncipe sea proclamado rey,
una de las preguntas que nos podríamos hacer es a qué se va a enfrentar el
nuevo monarca. Pues bien, aprovecho unas líneas del libro de Gaspar Ariño que
creo nos pueden ayudar a reflexionar sobre la nueva etapa a la que Felipe VI se
va a tener que enfrentar.
El autor, rescata 2 interesantes citas:
La primera, una cita de Jorge M. Reverte, tomada
de su artículo La Corona, de El País
(podéis acceder al artículo pinchando aquí), donde el periodista dice que “el
problema de la Corona es que sólo es sostenible si quien la encarna es
irreprochable” (p. 53)
La segunda, es una cita de Manuel Castells,
de su artículo Jaque al Rey, del
diario La Vanguardia (podéis acceder al artículo pinchando aquí), donde dice
que:
“(…) en la crisis que estamos la gente necesita
asirse a algo, a instituciones y personas en las que pueda depositar su
confianza. Los datos dicen que los españoles y europeos mayoritariamente no
confían en gobiernos, ni en parlamentos, ni en partidos políticos. Y tampoco en
los bancos, faltaría más. Ni siquiera, en los medios de comunicación. Es en ese
contexto cuando hacen falta instituciones con autoridad moral, en las que uno
puede pensar que se erigirán en defensores de valores y principios de decencia”.
(p. 55)
Gaspar Ariño, añade que:
“El Rey, para mantenerse en el trono, necesita
una legitimidad carismática, personal, que hay que añadir a su legitimidad
histórica y constitucional (…). La Corona es un símbolo personal y es esa
circunstancia la que permite que surja una adhesión sentimental hacia quienes
la encarnan, “algo que nadie siente hacia la monarquía jerárquica y burocrática
del Estado” como dice muy bien Gomá. Y esta sociedad en la que vivimos no basta
una ética de las formas, no basta con “parecer” sino que hay que “ser”, pues es
imposible ocultar nada durante mucho tiempo y la gente no distingue (ni puede
distinguir) entre los comportamientos como Jefe y símbolo del Estado y como
persona privada” (p. 61)
Durante estos últimos años, muchos escándalos son
los que han rodeado a la Casa de S.M. el Rey, provocando, en un marco de crisis
económica y de pérdida de confianza en el sistema y en la clase política, una
caída en picado de la popularidad de la institución.
Por lo que el reto parece evidente, pero nada
sencillo. Felipe VI, con la ayuda de la reina Letizia, deberán hacer lo
imposible por devolver a la Corona esa autoridad moral y ejemplar que de ella
se espera. Deberán esforzarse por recuperar la confianza que durante muchos
años los ciudadanos han depositado en la institución.
¡Todo
un reto!
Fotos: Revista Vanity Fair, El Mundo Today
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