Tal y como os adelantaba en el post anterior,
durante este fin de semana ha tenido lugar uno de los eventos más importantes
del sector nupcial: “las 1001 bodas” en IFEMA (Madrid). He podido ver cosas
interesantes, otras no tanto, curiosidades, novedades… que poco a poco os iré
contando.
En el post de hoy he querido tratar una cuestión que
veo se repite año tras año en esta y en otras ferias y es el tema del
PROTOCOLO.
Me llama especial atención que en este sector tan
específico no se tenga claro qué es el protocolo y para qué sirve (por lo
general).
¿Cuánto cuesta el protocolo? Cuando uno se acerca a un stand y te hablan de “el
protocolo va incluido en el precio” o “el protocolo de mesas lo podéis
personalizar” haciendo referencia a un indicador de mesas, sinceramente me
entra un ligero escalofrío… Enseguida se recurre a la palabra mágica, pero… ¿qué
es el protocolo?
En muchas ocasiones, he intentado trasladar la idea
de que el protocolo es comunicación y todo evento comunica. En función de los
objetivos que tengamos con cada evento, y en este caso en cada tipo de boda
(porque cada una es única), se utilizarán unas técnicas u otras.
Los eventos automáticamente van de la mano del
protocolo, la etiqueta y el ceremonial. A grandes rasgos, para que tengáis una
idea de lo que cada término implica, se podría decir que el protocolo es la ordenación
y colocación de los elementos, la etiqueta la forma de esos elementos y el
ceremonial la manera en que se suceden los distintos acontecimientos.
Cuando preparamos una invitación y colocamos de una
cierta manera la información, es protocolo. Cuando tomamos la determinación de
establecer una etiqueta, es protocolo. Cuando no la establecemos, es protocolo.
Cuando asignamos un asiento a cada uno de nuestros invitados en el banquete, es
protocolo. Cuando decidimos no hacerlo, también es protocolo.
En función de las decisiones que tomemos, siempre
enfocadas a unos objetivos, haremos uso de unos determinados elementos, como en
este caso pueden ser los indicadores de mesa, por ejemplo.
El protocolo, a pesar de lo que muchos piensan, no
es nada rígido ni encorsetado. Es una herramienta que se adapta y que pretende
ayudar y simplificar los procesos. Nos aporta criterios, herramientas y
soluciones, para poder organizar y afrontar con éxito cualquier tipo de
situación. Es por ello que el profesional del protocolo también se nutre de la
simbología, de la tradición y de las costumbres, porque en un evento, todo,
absolutamente TODO, COMUNICA.
Creo profundamente en la necesidad de contar con
profesionales del protocolo en las distintas empresas de organización de
eventos. Realmente marcan la diferencia.
Cuando comencé este pequeño proyecto, uno de mis
objetivos era mostrar y contar qué es y sobre todo, qué no es el protocolo.
Espero que con estas pequeñas ideas haya conseguido transmitir, por lo menos un
poquito, la esencia de lo que hacemos.
Fotos: Pinterest
No hay comentarios:
Publicar un comentario