miércoles, 2 de octubre de 2013

Eventos para todos, por Diana Rubio


Como sabéis, me gusta compartir con vosotros post de profesionales que sigo y de los cuales aprendo muchísimo. Hoy comparto el post “Eventos para todos”, de Política y Protocolo, blog que os he recomendado en varias ocasiones. En este post, Diana Rubio traslada la idea de la necesidad de pensar en TODOS a la hora de organizar un evento, algo aparentemente obvio pero que en muchas ocasiones se pasa por alto.
 

Eventos para todos

Existen tendencias en los eventos que consiguen incomodar a sus asistentes, sólo por seguir la moda de ese momento.

 
Los eventos, esos actos organizados en un lugar determinado, en un momento único y dirigido a un público concreto, necesitan para su óptima ejecución, tener en cuenta algunos aspectos que más de un organizador de estos no tiene.

Uno de los objetivos de todo evento, es la comodidad de los asistentes, factor que indirectamente influirá en la memorabilidad de éste entre el público.

Esa comodidad se traslada en primer lugar, en el acceso al lugar del evento, si es fácil o no, si es un evento donde se permanece sentado, en los asientos o sillas y finalmente en la temperatura de la sala en la que tiene lugar.

 
Por tanto, para poder actuar acorde y dar la mayor comodidad posible a nuestro evento y a nuestros asistentes, es necesario conocer a nuestro público con anterioridad. En el caso de no poder hacerlo por cualquier motivo, utilizar mecanismos universales, donde las opciones del volumen corporal de nuestros asistentes se tenga en cuenta, y la temperatura media de la sala oscile entre los 22 y los 25 grados, aspecto que deberemos ir regulando en el evento in situ, ya que dependerá del volumen de asistentes unido a la capacidad de la sala, la bebida que pueda ofrecerse o la estación del año en la que nos encontremos.

¿Por qué digo esto? Porque al igual que un ascensor es necesario donde hay personas con problemas de movilidad, o que en un evento con niños no pones sillas de adulto, es común encontrarse con asientos en eventos en los que las personas con obesidad o con mas curvas de las denominadas “standars”, no pueden sentarse, ya que o su volumen no les permite tomar ese asiento, o se clavan parte de su estructura en el cuerpo.

Puede parecer algo insignificante, pero realmente si no se tienen en cuenta asientos en los que cualquier persona pueda sentarse y sentirse cómodo, es síntoma de una mala organización.

 
Por ello, la utilización de sillas sin brazos, con un asiento fuerte y ancho, debería ganar terreno en muchas ocasiones a la creatividad y el diseño de unas sillas maravillosas, pero en las que nuestro público, no se puede sentar a disfrutar de un congreso, un concierto, o a descansar tras una jornada de pie.

En el caso de que la celebración se realice en algún teatro o lugar con los asientos ya colocados, el tener la previsión en algunas zonas de asientos para todo tipo de público, será un detalle que a los organizadores nos cuesta nada, pero que conseguirá la comodidad y bienestar de todo el público asistente.

Cualquier mínimo factor conseguirá que nuestro evento sea un éxito o un fracaso, y elementos como los anteriormente descritos, tienen el poder de poner sobre la balanza una mala previsión de quienes asisten y una mala organización que no tiene en cuenta las necesidades del público al que se quieren dirigir.

Por tanto, pensemos que todos aunque personas iguales, tenemos necesidades diferentes, las cuales, si se asiste a un evento, deben ser suplidas con holgura para poder ostentar el titulo de profesional organizador de eventos.

 



Fotos y post: Política y Protocolo


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