Poquito a poco el calor se va notando. Estamos en esos momentos del año donde la temperatura viene y va, trastocándonos cada día el armario.
¡Ya
va siendo hora del tan temido cambio de armario!!! En principio puede parecer
una tarea un tanto engorrosa pero es el mejor momento para hacer una buena
limpieza, dejando espacio a las nuevas prendas de temporada que iremos
adquiriendo poco a poco.
Para
poder aprovechar al máximo este momento, os dejo con unos pequeños consejos y
pautas, que nos ayudarán a que nuestra vida cada mañana sea un poquito más
fácil.
Lo
primero que deberemos hacer, es vaciar el armario, prenda por prenda y las
agruparemos en función de:
-
Si nos gusta, nos sienta bien y
está en buen estado, para guardarlas para el siguiente año.
-
Si no nos gusta, nos sienta mal o
no está en buen estado, para desecharlas o regalarlas (las regalaremos siempre
que las prendas estén bien).
-
Si son prendas clásicas, que no
os ponéis pero no queréis desprenderos de ellas, para guardarlas aparte, de
manera que no ocupen espacio en el armario.
Ya
tenemos seleccionadas las prendas que vamos a guardar (en este caso de la
temporada otoño – invierno), y el armario vacío, listo para recibir las prendas
de primavera – verano.
A partir de aquí, los pasos a seguir serian los siguientes:
1º
LA COLOCACIÓN
Iremos
colocando las prendas que teníamos guardadas del año anterior. Hay distintas
formas de organizar un armario. Se pueden colgar las prendas por colores, por
tejidos, por tipos de prendas, por estilos, etc. La clave es que todas estén a
la vista, de manera que sepamos en todo momento lo que tenemos, porque aquellas
prendas que no se ven, acaban quedando en el olvido. Para evitarlo, lo ideal
sería poder tener todas las prendas colgadas, además así evitaríamos las
arrugas de las prendas dobladas. Si las perchas son estrechas, mucho mejor,
ganaremos todavía más espacio.
2º
LOS BÁSICOS
Es
el momento de renovar los básicos. Los vaqueros, camisetas de algodón blancas y
negras, etc. que tuvimos que desechar en el anterior cambio de armario, las
volveremos a adquirir.
3º LA
CONSERVACIÓN
Las
prendas con manchas imposibles de sacar, deberemos eliminarlas. Cuando
guardamos una prenda, lo haremos siempre habiéndola lavado antes, porque las
manchas, con el tiempo son más complicadas de limpiar.
4º ¡ELIMINA,
ELIMINA, ELIMINA!
Deshazte
de todo aquello que no te queda bien. Nuestro cuerpo sufre continuas
variaciones de peso, y las prendas también con el uso van cediendo, pierden sus
formas, y lo que antes nos sentaba como un guante, ahora no nos favorece
demasiado. En este caso, eliminaremos todo aquello que guardamos en el cambio
de armario anterior y que ya no nos sienta bien.
5º
PRENDAS INTEMPORALES
Siempre
habrá una serie de prendas que nunca las cambiaremos de armario, ya que por su
intemporalidad, las usaremos durante todo el año, como chaquetas y vaqueros.
Estos, los tendremos que reponer cuando la prenda nos lo pida y su
conservación, para obtener una mayor durabilidad, será fundamental.
Cuando
hacemos el cambio de armario, lo fundamental es saber qué tenemos, qué nos
sienta bien y sobre todo, qué nos hace falta. De esta manera, la compra de
nuevas prendas será más responsable y práctica. Además, tener organizado el
interior del armario, nos ayudará a no perder tiempo en busca de las prendas
perdidas y evitaremos estar muchas mañanas al borde de un ataque de nervios.
¡Mucho
ánimo!
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