He recuperado el post
del blog Historia de la Moda y los Tejidos, que publicó el pasado viernes, y
que me pareció muy interesante y muy práctico, tanto para el diseñador de moda,
asesor de imagen, personal shopper o estilista, como para el consumidor final.
En él, la autora,
experta en la tecnología del textil, entre otras, habla de los distintos
tejidos, la simbología y composición.
A continuación os
dejo con parte del post (acceso al post completo pinchando aquí):
EL ETIQUETADO DE CONSERVACIÓN:
Normalmente, las indicaciones que figuran en las
etiquetas de conservación, se refieren al tratamiento de limpieza más fuerte
que puede soportar la prenda, en función de las diferentes fibras que
intervengan en la composición del tejido de la misma. La tipología de lavado o
plancha, la determina el fabricante en base al componente más delicado, que
debe resistir los tratamientos indicados, sin que por ello sufra menoscabo en
su calidad y apariencia.
SIMBOLOS:
Los símbolos del etiquetado textil se indican en
el orden prescrito, y pueden disponerse de diversas formas. En cuanto al
significado de los mismos, los podéis consultar a través del enlace de GINETEX,
(Groupement International d´Etiquetage pour l´Entretien des Textiles).
Organismo sin ánimo de lucro, cuyo objetivo es el de promocionar el etiquetado
de conservación bajo premisas internacionales. Para ello, ha registrado los
símbolos que normalmente aparecen en las etiquetas.
CARACTERÍSTICAS DE LAS FIBRAS NATURALES
LANA: Aislamiento térmico elevado. Gran poder de
absorción del vapor húmedo, y gran capacidad de recuperación debido a su alto
nivel de elasticidad. Es recomendable su lavado en seco, o a mano con
detergente neutro y poca agitación, para evitar el enfieltramiento de las
fibras. En algunas prendas con mezcla, se pueden emplear programas específicos
de lavadora, aunque es mejor evitar el centrifugado. Evitar la lejía y el agua
caliente.
SEDA: Fibra de lujo, con magníficas propiedades de brillo natural, buena absorción de la humedad, y resistencia que disminuye cuando se moja. También posee un buen nivel de elasticidad, y su extraordinaria ligereza confiere a las prendas caída y movimiento. En contacto con la piel, el tejido de seda aporta sensación de calor. El sudor daña la seda. Recomendable siempre la limpieza en seco por la estructura de los hilos o porque los colores no son sólidos. Algunas prendas se pueden lavar a mano con detergente neutro. Se planchan siempre bajo un lienzo protector y calor moderado.
ALGODÓN: La calidad de los diferentes tipos de algodón, depende de la longitud de la fibra empleada, lo que conferirá al tejido resultante distintas cualidades. Los tejidos de algodón presentan gran resistencia a los detergentes fuertes, y las altas temperaturas de lavado y plancha, pues sus fibras son muy resistentes, aunque no es conveniente que sean secados a la luz del sol, pues éste los decolora. En el caso de los algodones blancos, resisten muy bien los blanqueantes a base de cloro. El algodón es el tejido ideal para las prendas infantiles, pues es suave, fresco y flexible.
LINO: Fibra mucho más resistente que el algodón a
los agentes naturales, pero menos elástica, lo que la hace fácilmente
arrugable. En ocasiones, se le da un acabado suave para proporcionarle mejor
caída y mayor resistencia a las arrugas. Las telas de lino se pueden lavar en
seco, o con agua y detergente sin ningún cuidado especial. Se puede blanquear
con cloro.
Es difícil de planchar debido a que repele el
calor, por lo que es necesario emplear una temperatura elevada y vapor, aunque
debe evitarse planchar encima de los pliegues.
Los tejidos elaborados con fibras de lino se
asocian al verano por su capacidad de absorción y frescura, ya que su
temperatura se mantiene baja.
Fotos: Historia de la
Moda y los Tejidos, Telares, La Prensa Gráfica, Auriga Descanso
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