miércoles, 6 de marzo de 2013

El perfecto ANFITRIÓN

El perfecto Anfitrión

Según el diccionario de la Real Academia Española, el origen de la palabra viene del rey de Tebas, Anfitrión, que se caracterizaba por sus espectaculares banquetes, y se utiliza para “la persona o entidad que recibe en su país o en su sede habitual a invitados o visitantes” o también para la “persona que tiene invitados a su mesa o a su casa”.

Por lo tanto, el anfitrión es la figura esencial de cualquier acto, ya que es quien lo organiza (él o en su nombre un tercero o equipo), por lo tanto es quien sabe el motivo por el cual se organiza, a quién se desea invitar, hora y lugar más idóneos.

 

 
Obligaciones del ANFITRIÓN:

  • Responsable máximo del acto.
  • Debe recibir a sus invitados. En función del número de invitados y en función de si estos tienen rango o no, el anfitrión puede apoyarse en un miembro de su equipo o en una persona de confianza para que reciba en su nombre a una parte de los invitados (se establecerán criterios en función del tipo de acto, del rango de los invitados y objetivos para cada caso).
  • Deberá propiciar que sus invitados se conozcan, a través de presentaciones (sobre todo en un ámbito social), o en el caso de actos oficiales, a través de las líneas de saludo, donde el anfitrión tiene la oportunidad de presentar su equipo a la máxima  autoridad que acuda a presidir el acto.
  • Transmitir el mensaje a sus invitados (ofrecer un discurso).
  • Estar  pendiente y atender a sus invitados durante la ejecución del acto.
  • Despedir a sus invitados, agradeciendo siempre la asistencia.

En definitiva, el ANFITRIÓN deberá hacer todo lo necesario para la comodidad y satisfacción de sus invitados, promoviendo así la consecución de los objetivos marcados para cada momento.

 
 

Fotos: Nutriguía

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